La historia auténtica de Vínculos de vida es ejemplo de unión, altruismo y la urgencia de asistir en momentos de angustia.
En la reciente película Vínculos de vida (One Life) el intérprete Anthony Hopkins da vida a Nicholas Winton, un filántropo británico que desempeñó un rol crucial en la Segunda Guerra Mundial para prevenir la muerte de inocentes. El filme está basado en la biografía de este personaje para presentar una obra llena de dramatismo en la cual Hopkins reafirma por qué es uno de los actores más destacados de la historia. Descubre la historia verdadera de Vínculos de vida.
Relato verídico de Vínculos de vida
Sir Nicholas Winton, nacido el 19 de mayo de 1909 y fallecido el 1 de julio de 2015, es reconocido como el ‘Schindler inglés’. Este apodo se debe a que en 1939 rescató la vida de 669 infantes que permanecían destinados a perecer a manos de los nazis durante el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial.
Winton coordinó ocho trayectos en tren que partieron desde Praga hacia Inglaterra con el propósito de evitar el exterminio de los niños por parte de los nazis, quienes ya habían iniciado el traslado de miles de judíos a campos de concentración para su aniquilación.
Esta acción de valentía y compasión fue llevada a cabo entre marzo y agosto de 1939 y es conocida como el “Kindertransporte”. Winton organizó este rescate con la colaboración de voluntarios, logrando asegurar la salida de los niños de Checoslovaquia a través de la frontera con Gran Bretaña, donde hallaron refugio y hogares adoptivos.
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Winton recibía a cada tren a su llegada, y los niños eran repartidos rápidamente por el país para reunirse con sus familias adoptivas. A pesar de las vidas que ayudó a preservar, a Winton le atormentaba no poder auxiliar a más.
Un noveno tren estaba programado para salir de Checoslovaquia a comienzos de septiembre de 1939, pero los nazis cerraron la frontera e invadieron Polonia. Como consecuencia, 250 niños fueron conducidos a campos de concentración, donde perdieron la vida.
Su relato se descubrió muchos años después
Fue su esposa quien se encargó de dar a conocer la historia de su esposo al llevarla a un programa de la BBC, That’s Life!, en 1988. Esa fue la primera vez que el público tuvo noticia de la hazaña de Winton.
La presentadora de That’s Life!, Esther Rantzen, expresó durante la emisión del programa:
“¿Hay alguien en la audiencia que le deba la vida a Nicholas Winton? Si es así, ¿podría ponerse de pie, por favor?”.
Lo que aconteció a continuación sigue siendo uno de los momentos más impactantes de la televisión del siglo XX: todo el público que rodeaba a Winton eran niños que él rescató en 1939, todos ellos eran adultos que querían expresar su agradecimiento al hombre al que debían la vida.
“Le debo mi vida y las de mis hijos y nietos”, relató la sobreviviente Vera Gissing en aquel programa televisivo.
“Tuve la fortuna de salir cuando lo hice y la posibilidad de mostrar mi gratitud a Nicky fue el instante más valioso de mi vida”.
Una vida para rendir homenaje
A partir de entonces, Winton recibió numerosos premios y honores por su heroísmo y humanitarismo, incluyendo la Orden del Imperio Británico (OBE) en 1983 y la Caballerosidad en 2003.
La cinta de Anthony Hopkins intenta desentrañar por qué Winton realizó lo que llevó a cabo, y por qué mantuvo en secreto su labor durante 50 años.
Winton, quien falleció en 2015 a los 106 años, no pretendía ser célebre ni ser celebrado por su acción. Estaba decidido a preservar vidas por un sentido de deber ético, y pasó sus últimos años deseando haber podido efectuar más.
Su relato continúa siendo un enigma fascinante. La película se estrena el 14 de marzo en las salas de cine.
