Desentrañamos el desenlace de ‘Good Boy’, la cinta de terror psicológico noruega de incidentes inusitados.
Inquietante, perturbada, espeluznante. Estos son cuatro adjetivos que varios conocidos han empleado para caracterizar a Good Boy, una obra cinematográfica de horror del país nórdico que recientemente se estrenó en las salas cinematográficas de México tras dos años de su lanzamiento.
Esos mismos amigos me han comentado que el término de la obra deja cierto margen abierto a distintas explicaciones, y ciertamente es así. Aquí se presenta el desenlace interpretado de Good Boy, la contorsionada película de terror noruega.
Good Boy nos relata sobre Christian, un acaudalado descendiente que se encuentra con Sigrid, una estudiante joven, por medio de una plataforma de encuentros amorosos. Desde su primer encuentro, encajan bien, y al aceptar ella acudir a su residencia descubre un detalle sumamente anómalo: Christian habita junto a Frank, un individuo que se viste y comporta de modo canino.
Un compañero fuera de lo común
Sigrid deja el domicilio del hombre que le interesaba y narra a su vecina Aurora sobre el peculiar “compañero” de Christian. La joven descubre que Christian recibe una grandiosa herencia de su progenitor. Sigrid opta por retornar a la compañía de Christian. En su nueva salida, él le confiesa a Sigrid que Frank es un antiguo compañero suyo, que ahora no tiene a nadie más. Un día, su camarada comenzó a verse a sí mismo como un can, y él le entró al juego.
El trío se traslada a un chalet en el campo. Christian sugiere a Sigrid que pasen por un proceso de purificación digital, es decir, prescindir del uso de smartphones. Ella consiente y queda incomunicada.
En un instante de ausencia de Christian, Frank al fin se desprende de su máscara de can y confiesa a Sigrid que el joven de la herencia es un peligro y que ella debe huir de su lado. Ahora Sigrid está atemorizada.
Al despuntar el día, la chica intenta alejarse sigilosamente del amenazador joven, pero Christian resguarda las salidas de la vivienda con el único juego de llaves que posee. Ahora observa a Sigrid de cerca. Ella realiza otro movimiento torpe por la libertad: solicita al varón que le preste el móvil por unos momentos, amparándose en que su progenitora se halla supuestamente enferma.
Christian permite la llamada, pero para evitar sospechas, Sigrid debe efectuarla en altavoz. Ocurre un diálogo breve con su madre, revelando que realmente no padece de enfermedad alguna y que, en realidad, manifiesta bastante indiferencia ante la inquietud de su hija.
Interpretación del término de Good Boy
¿Qué simboliza el término de Good Boy? Inicialmente, se nos revela que Sigrid es apresada por Christian en la misma manera que lo fue Frank en su tiempo. Este último estaba con su “dueño” involuntariamente. Christian forzó a Frank a someterse y a adoptar actitudes caninas bajo tormento. Sigrid sufrió idéntico infortunio.
En los instantes finales observamos la aparición de una enigmática tercera “mascota”. Se especula que podría tratarse del descendiente de Christian y Sigrid. Es viable que la jovencita haya sido objeto de múltiples violaciones por parte de su captor, o tal vez concibió en la ocasión en que se unieron íntimamente en su primer encuentro.
¿Pero cuál es la causa de que Christian haya transformado a su vástago en un “can”? Los motivos son parecidos a los casos de Frank y Sigrid. Christian no logra relacionarse habitualmente con otros seres humanos. Le resulta más grato estar con animales. Entonces, convierte a las personas cercanas en sus “mascotas”.
La obra no ahonda en el proceso de anulación de la identidad y coerción de la libertad tanto de Frank como de Sigrid. Por esta razón, los espectadores se encuentran con numerosas dudas que pueden condensarse en un cuestionamiento retórico: “¿Verdaderamente no existía manera alguna de escapar?”