James Cameron ha refutado los chismes de un distanciamiento personal con Kate Winslet después de la filmación de Titanic, aunque reconoció que la actriz no fue su elección primordial para el rol de Rose.
En una conversación reciente el cineasta de la laureada pelÃcula de 1997 con el Oscar a la mejor pelÃcula compartió que el renombre de Winslet como “Corset Kate” (a raÃz de sus trabajos en producciones de época) fue motivo de vacilación para contratarla.
“Consideraba que era una elección de casting poco creativa”, comentó, aludiendo a las actuaciones famosas de Winslet en obras como Sentido y sensibilidad (1995) y Hamlet (1996), papeles que pensó eran muy semejantes al de Rose DeWitt Bukater, una merecida dama de la alta burguesÃa en Titanic.
“Sin embargo, prevaleció la sensatez y comencé a comprender el entusiasmo de todos”, recuerda. Reflejando acerca de su talento, agregó que Winslet es “tremendamente vivaz. Llega a un espacio irradiando confianza y posee ese destello de vitalidad”.
De igual manera, la célebre británica, nominada a Mejor Actriz por Titanic, evocó cómo ciertos comentarios suyos del pasado fueron mal comprendidos como indicios de una rivalidad con Cameron.
“Una parte de mà casi siente pesar de que en aquel tiempo el absurdo y especulativo asunto de Titanic sombreara la verdadera conexión que mantengo con él”, expresó Winslet, quien en 2022 tuvo un reencuentro con el director para Avatar: La forma del agua.
“Él está consciente de mi total disponibilidad. ¿Algún desafÃo o instrucción que él proponga? Estoy lista para asumirlo”.
Cameron afirmó: “Jamás existió un distanciamiento entre nosotros. Ella atravesó algo similar a depresión postparto cuando tuvo que despedirse de Rose. Hemos conversado sobre cómo ella se involucra profundamente con sus personajes, y estos le dejan una huella extensa y, de veces, conmovedora.”
En febrero, Winslet confesó que su “vida fue algo abrumadora” post-fama debido a Titanic
Durante una charla con PORTER, la actriz, entonces de 22 años durante la premier de la cinta, declaró:
“Me sentÃa coaccionada a lucir de cierta manera, o actuar caracterÃsticamente, y debido a la agobiante intrusión de la prensa en esos dÃas, mi vida fue efectivamente penosa”.
Añadió: “Los entrevistadores reprochaban: ‘Post-Titanic podrÃas haber hecho cualquier cosa, y elegiste metas modestas’, y yo les respondÃa: ‘¡Por supuesto, porque ser una celebridad era detestable!’.
“Estaba agradecida, naturalmente. A mis veintipico años habÃa logrado adquirir un apartamento. Pero no deseaba que la fama me observase incluso mientras alimentaba a los patos”.