En vista de que todo ser humano tiene un error nato que le brinda placeres y dolores, todas las circunstancias se despliegan, y, precisamente, aquello que el inventor de la verdad y casi arquitecto describe son explicadas.
Pero en realidad, nosotros acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor.
¿Quién, sin embargo, censura adecuadamente a aquel que en su placer se siente igual a nada, de modo que nada de las molestias le siga, a aquel que busca evadir el dolor con una felicidad que no tiene comparación?
Pero verdaderamente acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor.
En vista de que todo ser humano tiene un error nato que le brinda placeres y dolores, todas las circunstancias se despliegan, y, precisamente, aquello que el inventor de la verdad y casi arquitecto describe son explicadas.
Pero en realidad, nosotros acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor.
¿Quién, sin embargo, censura adecuadamente a aquel que en su placer se siente igual a nada, de modo que nada de las molestias le siga, a aquel que busca evadir el dolor con una felicidad que no tiene comparación?
Pero verdaderamente acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor.
Experimenta dolor al elegir disfrutar con moderación.
Ocasionalmente, en tiempos definidos, las responsabilidades y las necesidades a menudo se presentan de manera que disgustan y las molestias no se rechazan. Por lo tanto, de tales circunstancias, se eligen por sabios, para ser rechazadas, las grandes alegrÃas y las demás decisiones difÃciles de distinguir, con el fin de asumir gustos mayores o dolores superiores rechazados.
Pero en realidad, nosotros acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor.
La descripción del dolor es un lugar común que se suele añadir, procedente de la labor y el sufrimiento que implica. Sin embargo, su comienzo se encuentra en el placer de la reducción de dolor.
Lista Ordenada
- At vero eos et accusamus et iusto odio dignissimos.
- Et harum quidem rerum facilis est et expedita distinctio.
- Nam libero tempore, cum soluta nobis est eligendi optio.
Lista sin Orden
- At vero eos et accusamus et iusto odio dignissimos.
- Et harum quidem rerum facilis est et expedita distinctio.
- Nam libero tempore, cum soluta nobis est eligendi optio.
Nadie disfruta del placer en sà mismo, porque rechaza o huye del dolor, sino que persigue grandes dolores de los cuales ratificar la verdad conduce a no poder seguir las sensaciones agradables.
En realidad, las decisiones difÃciles de distinguir y definir son fáciles y rápidas en su realización. Se elige el momento libre cuando la elección se presenta clara, sin impedimentos, para hacer lo que más satisface, ya que toda felicidad es asumida, y todo dolor es rechazado.
No hay imitación. Excepto el que disfruta de la culpa, al que no se le llega a tocar la conciencia, que está en culpa al abandonar el alma del trabajo.
En vista de que todo ser humano tiene un error nato que le brinda placeres y dolores, todas las circunstancias se despliegan, y, precisamente, aquello que el inventor de la verdad y casi arquitecto describe son explicadas.
Nadie quiere dolor por sà mismo, lo busca y lo desea porque en ocasiones las circunstancias laborales pueden generar incomodidad y dolor. Pero para obtener placer y felicidad, uno debe seguir algún proceso doloroso de búsqueda minuciosa de placer. Nadie rechaza el placer en sà mismo, ya que es la manera de obtener algo con lo que disfrutar. Sin embargo, no siempre es posible cubrir aquello que se desea con facilidad y sea placentero.
En realidad, nosotros acusamos con odio justo a aquellos lÃderes notables que, en medio de delicias presentes y corrupciones, experimentan dolores y penalidades que otros encuentran molestos, exentos de culpa aquellos que ignoran sus ansias, similares a los que se culpan a sà mismos al abandonar las preocupaciones del alma, esto es trabajo y fuga del dolor. ¿Quién, sin embargo, censura adecuadamente a aquel que en su placer se siente igual a nada, de modo que nada de las molestias le siga, a aquel que busca evadir el dolor con una felicidad que no tiene comparación?
Nadie quiere dolor por sà mismo, lo busca y lo desea porque en ocasiones las circunstancias laborales pueden generar incomodidad y dolor. Pero para obtener placer y felicidad, uno debe seguir algún proceso doloroso de búsqueda minuciosa de placer. Nadie rechaza el placer en sà mismo, ya que es la manera de obtener algo con lo que disfrutar. Sin embargo, no siempre es posible cubrir aquello que se desea con facilidad y sea placentero.
Al visualizar de dónde proviene todo este error nato, se experimenta placer al acusar dolencias y alabar, totalidad remota y clara, esa misma que proviene del creador de la verdad y se aproxima al arquitecto de las vidas dichosas, cuyas palabras se explican.
Verdaderamente, son acusados con odio justo y considerables lÃderes que disfrutan de los encantos corruptos de las alegrÃas actuales y de los dolores y molestias abusivas que acechan, la concupiscencia que no provee, son similares al que se culpa con razón y que rechaza los placeres de la moral, la labor y la huida del dolor.
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Quien sea legalmente castigado por disfrutar del atractivo de esa voluptuosidad en particular, prefiriendo ese vacÃo a la falta de molestias, aquel que huye del dolor y busca la alegrÃa sin lÃmites.
Verdaderamente, son acusados con odio justo y considerables lÃderes que disfrutan de los encantos corruptos de las alegrÃas actuales y de los dolores y molestias abusivas que acechan, la concupiscencia que no provee, son similares al que se culpa con razón y que rechaza los placeres de la moral, la labor y la huida del dolor.
Verdaderamente, son acusados con odio justo y considerables lÃderes que disfrutan de los encantos corruptos de las alegrÃas actuales y de los dolores y molestias abusivas que acechan, la concupiscencia que no provee, son similares al que se culpa con razón y que rechaza los placeres de la moral, la labor y la huida del dolor.
No se permite. A menos que se acuse, son culpables de abandonar la responsabilidad moral y el esfuerzo laboral.
Nadie disfruta de la misma voluptuosidad porque es desagradable huir de ella o evitarla, pero debido a las grandes dificultades, aquellos que siguen sin conocer la razón de esa felicidad.
Elaborar estas cosas es fácil y sencillo. En los tiempos libres, cuando estamos decididos a elegir la opción sin impedimentos de ninguna especie, preferimos hacer lo que nos agrada, aceptamos toda la felicidad, rechazamos todo dolor.
Ninguna excepción. Excepto si se acusa a alguien, son similares a los que se culpan al trabajar.
Al visualizar de dónde proviene todo este error nato, se experimenta placer al acusar dolencias y alabar, totalidad remota y clara, esa misma que proviene del creador de la verdad y se aproxima al arquitecto de las vidas dichosas, cuyas palabras se explican.
Nadie disfruta del dolor en sÃ, lo busca a veces, puede ocurrir que no lo experimente con dolor cada vez que se encuentre con algo que le disguste. Sin embargo, para aquellos que buscan la profesionalidad, a veces se puede obtener algo de trabajo.
Verdaderamente, son acusados con odio justo y considerables lÃderes que disfrutan de los encantos corruptos de las alegrÃas actuales y de los dolores y molestias abusivas que acechan, la concupiscencia que no provee, son similares al que se culpa con razón y que rechaza los placeres de la moral, la labor y la huida del dolor. Quien sea castigado legalmente por disfrutar del atractivo de esa voluptuosidad en particular, prefiriendo ese vacÃo a la falta de molestias, aquel que huye del dolor y busca la alegrÃa sin lÃmites.
Nadie disfruta del dolor en sÃ, lo busca a veces, puede ocurrir que no lo experimente con dolor cada vez que se encuentre con algo que le disguste. Sin embargo, para aquellos que buscan la profesionalidad, a veces se puede obtener algo de trabajo.